Administradora Gina McCarthy, discurso ante la conferencia de verano de LULAC en Washington, D.C., previamente redactado

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El 14 de julio de 2016

Quiero dar las gracias y reconocer a Roger Rocha, presidente nacional de LULAC, así como a Green Latinos y muchas otras organizaciones que se aseguran de que las voces de la comunidad latina sean escuchadas dentro del área metropolitana de Washington, DC, así como alrededor de los Estados Unidos.

La EPA continuará dependiendo de su insumo y apoyo como lo hemos hecho para tomar acción sobre el cambio climático, el aire limpio, para tomar acción sobre el agua potable segura y los ríos y arroyos sanos, y hogares y escuelas saludables, sobre los centros de cuidado infantil y áreas de recreo infantiles saludables; sobre sustancias tóxicas y pesticidas en productos y nuestros lugares de trabajo; y para desarrollar la resiliencia comunitaria y fortalecer la gestión de crisis a medida que nos enfrentamos a tormentas más fuertes, incendios forestales más fuertes y enfermedades con el Zika, la Chikungunya, y otras que amenazan la salud y el bienestar de nuestras familias y así como de nuestras generaciones venideras.

Hoy, más que nunca, valoramos nuestra creciente alianza y necesitamos su vigilancia y apoyo.

Como saben, en nuestra esencia, la EPA es una agencia de salud pública. Protegemos a la gente de los impactos a la salud de la contaminación—eso es lo que hacemos. Hemos logrado grandes avances en los últimos 45 años de los cuales nos sentimos orgullosos.

Sin embargo, no podemos hacernos de la vista gorda, y no lo hemos hecho ante las realidades de la justicia ambiental.  Es por esa razón que fortalecemos las protecciones para nuestros trabajadores agrícolas con las nuevas normas.

No vamos a ignorar a las colonias a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México donde estuve este pasado martes reunida con líderes comunitarios locales que simplemente quieren tener acceso a los sistemas de agua y aguas residuales que funcionan, tener acceso a carreteras donde las ambulancias puedan transitar, y tener alguien que les escuchará y proveerá el apoyo que necesitan. O en Puerto Rico, donde la gente entienda las mejores maneras para proteger a sus hijos del virus del Zika para que ellos, el pueblo de Puerto Rico, pueda tomar sus decisiones y saber que el Gobierno de Estados Unidos se encuentra allí para proveer al apoyo técnico y recursos de los cuales ellos dependen.

Demasiadas comunidades de bajos ingresos y minoritarias, incluyendo comunidades latinas, están sobrecargadas por los efectos de la contaminación.

Mientras el 8 por ciento de los niños en Estados Unidos padecen de asma, los niños hispanos tienen el doble de probabilidades de ser hospitalizados que los niños blancos. Y los niños puertorriqueños tienen tasas de incidencia de asma del 20 por ciento en comparación con todos los grupos étnicos. Eso es alarmante.

Es por eso que la EPA está apoyando las unidades especializadas en salud ambiental pediátrica—profesionales dedicados—a trabajar en lugares como El Paso y a través de California y Arizona, para entrenar a promotores que ayuden a los padres a eliminar los factores desencadenantes que conducen a los ataques de asma, mientras les ayudan a tener acceso a cuidado médico temprano, o informan a los agricultores acerca de sus derechos bajo los nuevos estándares para la protección del trabajador agrícola.

Y es por eso que en Puerto Rico tenemos una oficina permanente de la EPA para responder a los retos únicos a los cuales se enfrenta el pueblo de Puerto Rico para destacar sus necesidades ante aquellos en Washington quienes escucharán no tan solo con los oídos, sino con sus corazones, así como sus bolsillos.

En Estados Unidos, hay 15 millones de personas que viven a una distancia de media milla de un sitio Brownfield, y desproporcionadamente, la mayoría de estas personas pertenecen a grupos minoritarios, están más lingüísticamente aislados, son de bajos ingresos, y tienen menos probabilidades de haber finalizado sus estudios de secundaria que el resto de la población en Estados Unidos.

Podemos y debemos hacer mucho mejor.

Cuando visito los vecindarios en un lugar contaminado, vea comunidades que han sido marginadas que no se han podido integrar en una economía creciente. Porque la contaminación lo impide.

La contaminación es una barrera para los empleos, los negocios y la calidad de vida que todas las comunidades merecen disfrutar. Fíjense en el caso de Flint, Michigan. El plomo en el agua no tan solo amenazó el futuro de sus hijos, es un síntoma de décadas de desinversiones. Tenemos que conseguirles el agua limpia que merecen y encaminarlos rumbo a la inversión económica.

¿Por qué tantas comunidades se tienen que enfrentar a esos enormes escollos para alcanzar estas oportunidades cuando somos el patrón oro a nivel mundial cuando se trata de la protección ambiental? Debemos hacerlo mejor.

Cada comunidad debería tener iguales oportunidades para una economía vibrante. Y comienza con la protección de la salud pública y el medio ambiente. Cuando hacemos eso—la gente regresa, los negocios y empleos repuntan y las economías locales pueden empezar a prosperar nuevamente.

Por lo tanto, la EPA ha redoblado nuestro compromiso hacia nuestra misión de salud pública y la lucha por la justicia ambiental. Y continuaremos trabajando con ustedes, mano a mano, para tomar las acciones necesarias para convertir ese compromiso en una realidad.

Es por eso que publicamos un informe sobre los riesgos del cambio climático en la salud. Porque sabemos que el cambio climático afecta las poblaciones vulnerables, incluyendo las comunidades de color y los grupos laborales vulnerables, como los obreros que trabajan al aire libre, quienes son los más afectados.

Es por eso que en la EPA seguimos hacia adelante para abordar la contaminación de carbono, las emisiones de metano y las emisiones tóxicas en los sectores de petróleo, gas y el sector de transportación, en las centrales eléctricas, en los rellenos sanitarios, y hasta en las refinerías, donde las comunidades colindantes tienen que saber los riesgos a los cuales se enfrentan y que la EPA le cubre las espaldas. Y lo hacemos.

Estoy tan agradecida por su alianza, y la franqueza que me han demostrado a mí personalmente, y por su continuo compromiso hacia nuestro memorándum de entendimiento con LULAC. Y en los poco menos de 200 días que quedan de esta administración, planeo unirme al Presidente en la carrera para cruzar la meta final el próximo enero. Tenemos tanto más por hacer.

Y la EPA está lista para seguir trabajando juntos, con todos ustedes mano a mano, para ayudar a las familias a entender y reducir los riesgos de salud ambiental en los niños. Podemos hacer tanto más juntos, pero no lo podemos lograr solos.

Por ejemplo, recientemente seleccionamos a la Red Hispana para realizar un esfuerzo robusto de alcance público sobre nuestro Estándar de Protección del Trabajador Agrícola. Esa es la mejor manera que conocemos para alcanzar a los trabajadores agrícolas que necesitan saber que ellos ahora disfrutan de los mismos niveles de protección otorgados a los trabajadores en otros sectores. Y, de no ser ese el caso, tienen que saber a quién llamar: a la EPA.

Y pueden estar seguros que trabajaremos con ahínco para aumentar la diversidad al interior de la EPA al traer a más expertos de salud a la agencia a todos los niveles; ampliando nuestras alianzas con las comunidades médicas y de salud pública; fortaleciendo las colaboraciones interagenciales con la CCA, el ATSDR, y otros socios federales en epidemiología y salud ambiental; y abriendo más oportunidades para estudiantes de orígenes diversos para entrar en la agencia mediante 19 acuerdos de colaboración con instituciones que sirven estudiantes minoritarios a través de la nación.

Necesitamos que los estudiantes de diversos orígenes sepan que hay un lugar para ellos en la EPA.

No podemos conformarnos con hablar del tema, tenemos que demostrar nuestro compromiso con nuestras acciones.

Hemos recorrido un largo camino bajo el liderazgo del presidente Obama y con su ayuda continuaremos logrando avances en los asuntos que nos importan a todos nosotros.

Muchas gracias.

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